miércoles, 8 de septiembre de 2010

CLASE 6 LITERATURA CONTEMPORÁNEA

DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS

Gabriel García Márquez.

Entre sus escenas minuciosamente ilustradas y de un alto contenido pintoresco, del amor y otros demonios me transporta a un mundo místico, atípico, lleno de secretos y verdades, pensamientos y costumbres incrustadas en la vida particular de cada uno de los personajes que se ven involucrados en ésta historia.

Vivo un panorama construido por un imaginario colectivo que hace notar su tradición  moral, que cree en la maldición del demonio como en la furia y en la gloria de Dios.
Recreo en mi mente una infancia confusa, con felicidad pero vivida en el lugar y con las personas equivocadas, percibo una identidad perdida, un temor propiciado a una inocente que se quedó sin armas para enfrentar a un universo ignorado: el de su cuna auténtica. Un padecimiento del rechazo por sus seres queridos a tan temprana edad que se ve reflejado en los actos cotidianos nada comprendidos por la cruel y dura sociedad.

Siento un padre atormentado por el yugo del arrepentimiento verdadero, que sufre día a día la soledad, la desesperación, el desconsuelo que genera no comprender a tiempo el significado de una hija. El abandono de sus amantes en su época de vejez, frustración y de inutilidad. Una madre que de madre siente y tiene poco, una mujer ausente que se sumerge en su propio mar de angustias y de pasiones escondidas sin sufrir pena por el futuro incierto de quien debería ser su obra más sagrada. Se repite con su vida la historia de padres retrógrados, que ven es sus hijas el objeto perfecto para conservar su posición social y evitar la deshonra que puede causar a veces la pobreza y una heredera impura antes del matrimonio.

Se vive la duda por renunciar a todo lo que siempre creíamos que era lo correcto, lo más acertado, lo ideal para nuestra vida y a cambio obtener  la libertad de amar a quien realmente queremos amar, aún por encima de los principios, de las políticas, de las tradiciones, y hasta de la adoración a Dios. Cada momento de ésta novela se muestra para sus personajes como una nueva oportunidad para sentir, para recoger los frutos de lo que se ha sembrado, para construir el espacio en el que desean vivir aunque no sea el momento justo o con la persona indicada según las reglas de la humanidad.

¿Morir de amor o por falta de amor?, es el interrogante que me queda después de conocer ésta historia fascinante. Pues a falta de ese amor paternal es fácil caer en la trampa de colmar los vacios de la infancia a través de la figura de un ser comprensivo, que escucha, que habla, que abraza, que se torna incondicional. También las pasiones reprimidas o desconocidas logran que la mente y el cuerpo nos hagan una mala jugada, empujándonos al abismo de la culpa, la angustia y hasta la locura.

No todo lo que se ve es lo que es, no siempre todo lo que dicen nuestras expresiones físicas y mentales corresponden a lo que la mayoría creen. Detrás de toda acción se esconde un motivo trivial o de profundidad.

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